Liang Shuming 梁漱溟

liang-shumingUno de los principales pensadores y reformistas del siglo XX en China, Liang nació el 18 de octubre de 1893, en las postrimerías de la dinastía Qing. La suya era una familia de letrados funcionarios, si bien su padre era un activo promotor de las iniciativas reformistas en el ámbito institucional y educativo. Fue gracias al influjo de las ideas reformistas paternas que Liang tuvo, desde muy temprano, una educación orientada a las nuevas formas de conocimiento y paradigmas llegados desde Europa, en lugar de la educación letrada clásica en la cual se habían educado sus antepasados.

Tras un breve estudio de los fundamentos de la escritura china, entró como alumno en una institución de enseñanza “nueva”, en la que se estudiaban materias como ciencias, lenguas extranjeras y matemáticas. Su educación básica y secundaria estuvo, pues, alejada del canon letrado, y no fue hasta la edad adulta cuando Liang se acercó a dichos textos clásicos del llamado “confucianismo”, en un proceso de autoaprendizaje. Sus estudios secundarios deberían haberlo conducido a la universidad; sin embargo, Liang optó por dedicarse al periodismo y el activismo revolucionario.

En la evolución intelectual de Liang Shuming suelen diferenciarse tres etapas:

Un etapa temprana, la de sus primeros estudios, que se caracterizó por el influjo intelectual paterno, con ideas del utilitarismo que circulaba en China por aquellos años procedente de Gran Bretaña. En esta línea, se centró en estudios de carácter práctico y aplicable, llevado por la voluntad de contribuir a la “salvación” de su país, una China en estado de postración ante las potencias occidentales. En estos años, Liang fue partidario de una monarquía constitucional, una tendencia especialmente influyente tras la derrota en la guerra sino-japonesa de 1898. Más tarde, sin embargo, participó de la Revolución de Xinhai en 1911, que puso fin al sistema imperial.

Una segunda fase llegaría en torno a 1913, cuando, llevado por una profunda crisis personal, se centró en el estudio y la práctica de las ideas budistas, y buscó una vida retirada y meditativa.

El tercer y más destacado periodo de su evolución intelectual llegó hacia 1920, cuando Liang abandonó su actitud meditativa y volvió a interesarse por la realidad, cambiando su interés del budismo hacia las ideas de la tradición letrada o ru (comúnmente llamada “confucianismo”). Su iniciación a esta tradición, que había sido arrumbada durante sus años de educación básica, se produjo bajo la influencia de la obra del pensador Wang Gen (1483-1541, dinastía Ming) y su concepto de ziran (naturalidad, espontaneidad). Ya en 1917 había entrado como profesor de filosofía en la Universidad de Pekín.

El pensamiento de Liang a partir de esta etapa gira entorno a las problemáticas de la “vida” (es decir, del ser humano como individuo) y de la “sociedad”. En este último aspecto, el de las problemáticas sociales, Liang fue un destacado activista. A partir de 1927 puso en marcha el llamado Movimiento de Reconstrucción Rural, y durante los años más duros de la invasión japonesa, lideró el liberalismo chino y se opuso proactivamente a la invasión nipona de su país. Más tarde, lideró la Liga Democrática, con la cual pretendía evitar el enfrentamiento civil entre nacionalistas y comunistas, ejerciendo como una fuerza política intermedia.

En su reflexión sobre ambas problemáticas, Liang descartó las posibilidades de los recursos intelectuales de occidente como solución a los problemas de la sociedad y del individuo. En 1921 publicó la que sigue siendo su obra más conocida, Las culturas de oriente y occidente, y sus filosofías, en la que mostraba su teoría de las “tres culturas” (China, India y Occidente) con una aproximación comparativa de la cual extraía como conclusión el valor y la relevancia (y en cierto sentido la “superioridad”) de la cultura china  letrada o confuciana frente a los distintos cuestionamientos más o menos radicales a los que había sido sometida desde el inicio del Movimiento de la Nueva Cultura en 1919. Esta defensa de la tradición letrada contribuyó de manera destacada a relanzar las nuevas formas de confucianismo que se han ido desarrollando en China hasta día de hoy.

Tras la victoria comunista en 1949, Liang permaneció en China. Fue objeto de críticas y ataques por su pensamiento, aunque su relación con el liderazgo del PCCh fue más bien cordial, a pesar de sus diferencias y críticas al marxismo.

Liang falleció en 1988. Algunos aspectos de su obra fueron dados a conocer en Estados Unidos y Europa por el filósofo y sinólogo Guy S. Alitto, quien lo presentó como “el último confuciano”.