Reseña: «Chicas del norte», de Sheng Keyi

Por Elisa Lenker Andrade

Bei Mei (北妹), traducido literalmente como «chicas del norte», es una novela china que plasma a través de varios personajes femeninos la experiencia de muchas mujeres chinas que migraron al sur del país a finales del siglo XX. Se trata de una de las obras más aclamadas de la autora Sheng Keyi (盛可以), que por desgracia apenas cuenta con trabajos traducidos al español [1]. Sin embargo, se puede encontrar la traducción al inglés por Shelly Briant bajo el título Northern Girls: Life Goes On, que incluso ha figurado en el New York Times.

La escritora Sheng Keyi

En ella, la joven protagonista, Xiaohong, viaja con su amiga Sijiang desde la provincia de Hunan hasta Shenzhen en busca de una vida mejor. Allí, bajo la magnitud de la gran ciudad, se encuentran una realidad agridulce. De trabajo en trabajo, las chicas se ven envueltas en la dura vida de un país en desarrollo, donde los roles de género y la sexualidad femenina siguen con un pie en lo tradicional, mientras el otro avanza hacia la modernidad. Este entorno en constante conflicto pronto acaba con la inocencia de las jóvenes, que aun así persisten en continuar hace delante.

Esta dinámica se ve reflejada en el desarrollo de las dos amigas. Xiaohong, producto de abusos sexuales desde la infancia y avispada, comprende la crudeza de la vida y, a pesar de que le gustaría enamorarse, sabe que en última instancia dependerá de su autosuficiencia, no de un hombre. La protagonista contrasta mucho con su amiga Sijiang, que al comienzo conserva la inocencia e ingenuidad de la juventud. Expuestas a trabajos en condiciones pésimas, empujadas por el entorno a realizar servicios sexuales y tratadas como mujeres «de segunda categoría» ante la sociedad, se aprecia un desarrollo en ambos personajes típico de las novelas coming-of-age. A pesar de la hostilidad de una ciudad donde la prosperidad tiene un lado muy oscuro, la fuerte amistad entre las protagonistas es lo que las hace llegar tan lejos. Tal vez se trate de un atisbo de la fuerza que hay detrás de la sororidad.

Resulta interesante que el término que da nombre a la obra, bei mei, tiene una connotación despectiva en chino, ya que se usa en el contexto de las mujeres migrantes del norte que fueron a Cantón y a Hong Kong para ganar dinero, con frecuencia como trabajadoras sexuales. Sin embargo, las protagonistas resultan un ejemplo de fuerza y resistencia que rompe con esta mentalidad negativa. Esta historia, con un toque reivindicativo, erótico y amargo, está conectada a la propia experiencia de la autora, que fue parte de la generación de mujeres migrantes al sur de China. Además, la escritora no desaprovecha la oportunidad para compartir con los lectores, en una astuta pero intensa novela, una crítica sutil a los temas que más afectan a las mujeres, como el sistema de abortos y esterilización forzados en China, la falta de educación sexual, la poca protección que se ofrece a las mujeres que provienen de zonas rurales y los prejuicios que esto conlleva, entre otros.

Nos gustaría acabar esta breve reseña con uno de los muchos diálogos aparentemente casuales que en Chicas del Norte esconden una profunda queja frente a una mentalidad machista que invade desde el sistema laboral hasta las relaciones sexuales:

Portada original de «Bei Mei»

«¿Me vas a odiar si no me caso contigo?», Liao parecía listo para tener una larga conversación.
«¿Por qué te odiaría? Ni se me había ocurrido».
«¿Entonces no sientes que sales perdiendo?»
«¿Salir perdiendo? Nunca lo he visto así. No es como si me hubieras forzado».
«Eres una chica. Siempre salís perdiendo si alguien os toma».
«Si no recuerdo mal, siempre soy yo la que está encima»”
«Pero soy yo el que te toma a ti. Simplemente lo hago de manera más agradable».
«A mí también me gustó. No te estaba haciendo ningún favor».