El espíritu de las montañas

por Pu Songling

El espíritu de las montañasEsto fue lo que me contó Sun Taibai:

Mi bisabuelo estudiaba en el templo budista del Barranco de los Sauces, en la zona de las montañas Nanshan. Volvió a su aldea para pasar allí diez días durante la temporada de cosecha del trigo, y luego volvió al templo. Al abrir la puerta de su estudio, encontró su viejo escritorio cubierto de polvo y la ventana llena de telarañas. Mandó a un sirviente a limpiar la habitación, y hasta caer la noche no estuvo suficientemente limpia.

Preparó la cama, echó el cerrojo de la puerta y se tumbó. La luz de la luna entraba por la ventana y reinaba un silencio sepulcral. De repente, escuchó el estruendo del viento y el ruido chirriante de una de las puertas del templo. Pensó que, probablemente, uno de los monjes había olvidado cerrarla bien. En cuestión de unos instantes, comenzó a oír cómo el sonido se acercaba cada vez más a su habitación, hasta que, súbitamente, se abrió la puerta. Le parecía muy sospechoso. Oyó el sonido producido por los pasos de unas botas acercarse cada vez más a la puerta de su habitación. Estaba aterrorizado. Repentinamente, se abrió la puerta del estudio y, sin dar crédito, vio como un gran espíritu se inclinaba para poder entrar por la puerta. Al entrar, se quedó en pie justo enfrente de la cama, rozando casi el techo con la cabeza.

Su cara era como una calabaza reseca y sus ojos, que desprendían un brillo cegador, recorrieron toda la habitación. Abrió su enorme boca, del tamaño de una pila, dejando ver sus dientes, que medían alrededor de tres cun, sin dejar de mover la lengua y emitiendo un sonido gutural que hizo retumbar las cuatro paredes de la habitación. Mi bisabuelo estaba dominado por el terror más absoluto, pero pensó que, siendo tan pequeña la habitación, no había forma de escapar, así que lo único que podía hacer era enfrentarse a él. Sacó un cuchillo que ocultaba bajo su almohada y, con decisión, lo clavó en el estómago del espíritu, que sonó igual que si estuviera machacando una roca. El espíritu se enfureció tanto que extendió sus afiladas garras para intentar atrapar a mi bisabuelo, pero este consiguió echarse hacia atrás. Entonces, el espíritu agarró la colcha de la cama, la arrojó al suelo y se marchó, lleno de ira. Mi bisabuelo también cayó con ella y se quedó en el suelo, gritando.

Los sirvientes llegaron corriendo con antorchas, pero no había forma de abrir la puerta, de modo que entraron por la ventana. Al ver a mi bisabuelo en el suelo, se quedaron atónitos. Inmediatamente lo ayudaron a tumbarse en la cama y este les contó lo que había ocurrido. Entonces, los sirvientes examinaron la habitación, abrieron la puerta y vieron la colcha enganchada en el marco, que tenía marcadas las garras del espíritu, tan grandes como palas. Había agujeros en todos los lugares donde el espíritu había puesto sus dedos.

Al amanecer, no se atrevieron a quedarse más tiempo allí, así que hicieron el equipaje y se marcharon de vuelta a la aldea. Posteriormente le preguntaron a un monje, que afirmó que nada extraordinario había vuelto a ocurrir en el lugar.

Traducción de Mario Peña Álvarez

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山魈

蒲松齡(著)

孫太白嘗言,其曾祖肄業于南山柳溝寺。麥秋旋里,經旬始返。啟齋門,則案上塵生,窗間絲滿,命仆糞除,至晚始覺清爽可坐。乃拂榻陳臥具,扁扉就枕,月色已滿窗矣。輾轉移時,万簌俱寂。忽聞風聲隆隆,山門豁然作響,竊謂寺僧失扃。注念間,風聲漸近居廬,俄而房門辟矣。大疑之,思未定,聲已入屋。又有靴聲鏗鏗然,漸傍寢門。心始怖。俄而寢門辟矣。忽視之,一大鬼鞠躬塞入,突立榻前,殆与梁齊。面似老瓜皮色,目光睒閃,繞室四顧,張巨口如盆,齒疏疏長三寸許,舌動喉鳴,呵喇之聲,響連四壁,公懼极。又念咫尺之地勢無所逃,不如因而刺之。乃陰抽枕下佩刀,遽拔而所之,中腹,作石缶聲。鬼大怒,伸巨爪攫公。公少縮。鬼攫得衾捽之,忿忿而去。公隨衾墮,伏地號呼。
家人持火奔集,則門閉如故,排窗入,見公狀,大駭。扶曳登床,始言其故。其驗之,則衾夾于寢門之隙。啟扉檢照,見有爪痕如箕,五指著處皆穿。
既明,不敢复留,負笈而歸。后問僧人,無复他异。