Lie Zi

El soberano Zhou Mu se hallaba inspeccionando los territorios del oeste. Tras franquear las montañas de Kunlun, llegó hasta el monte Yan. En el camino de regreso, antes de llegar a sus territorios, se topó con un artesano al que llamaban maestro Yan, considerado muy diestro en su oficio. Zhou Mu lo recibió. «¿Qué eres capaz de hacer?», le preguntó. «Puedo realizar cualquier cosa que su excelencia me ordene ―le respondió el maestro Yan―. Con todo, quisiera mostrarle a su excelencia algo que ya tengo fabricado». Ante el ofrecimiento, el soberano Zhou Mu le contestó: «Tráetelo mañana y veremos de qué se trata». Al día siguiente, el maestro Yan se presentó de nuevo ante el soberano. «¿Quién es la persona que te acompaña?», le inquirió Zhou Mu. «Es un artista del canto y la danza, lo he fabricado yo», le respondió el maestro Yan. El soberano Zhou Mu lo observó atónito. Como si se tratara de un verdadero ser humano, la figura avanzó con presteza e hizo una reverencia. El artesano le haló del mentón y la figura se puso a entonar una canción. Acto seguido, estiró sus manos y ejecutó una danza acompasada con el canto, haciendo gala de variados y resueltos movimientos.
Creyendo hayarse ante un ser humano real, el soberano mandó llamar a su concubina predilecta y a otras doncellas para que asistieran junto a él a la actuación. Cerca ya de concluir su danza, el artista lanzó miradas a las doncellas que se hallaban junto a Zhou Mu. Ante esto, el soberano montó en cólera, deseando en su arrebato ejecutar al maestro Yan. Aterrado, el artesano se apresuró a desmontar la figura para mostrársela a Zhou Mu. Estaba ensamblada a base de cuero, madera, cola y laca, con pigmentos blanco, negro, bermellón y azul. El soberano comprobó detenidamente que el hígado, el corazón, los pulmones, el páncreas, los riñones, las tripas y el estómago alojados en sus entrañas, así como los músculos, los huesos, las extremidades, el pelo y el dentado que lucía en el exterior estaban todos hechos de materia artificial, si bien no les faltaba detalle. Vuelta a ensamblar, la figura recuperó su aspecto original. Entonces, el soberano probó a extraerle el corazón, y la boca de la figura quedó muda; al sacarle el hígado, los ojos quedaron ciegos; y al retirarle los riñones, los pies cesaron de caminar. Deleitado, Zhou Mu exclamó: «¡Ah, el ingenio humano, capaz de emular las creaciones de la naturaleza!». Y así, hizo cargar la figura en su carruaje y reemprendió el camino de regreso.
Lu Ban, quien había fabricado una escalera capaz de alcanzar las nubes, y Mo Di, inventor de una máquina voladora, solían jactarse de sus insuperables destrezas técnicas. Mas cuando sus respectivos aprendices, Dongmen Jia y Qin Guxi, les relataron las habilidades del maestro Yan, ambos se abstuvieron de sermonear y se limitaron a aplicarse con los bártulos del oficio.
Extracto del Liezi, «Las cuestiones de Tang» (s. IV).
Traducción de Manuel Pavón-Belizón
Texto original
列子•湯問•偃師
周穆王西巡狩,越崑崙,不至弇山[1]。反還,未及中國,道有獻工人名偃師,穆王薦之,問曰:「若有何能?」偃師曰:「臣唯命所試。然臣已有所造,願王先觀之。」穆王曰:「日以俱來,吾與若俱觀之。」越日,偃師謁見王。王薦之曰:「若與偕來者何人邪?」對曰:「臣之所造能倡者。」穆王驚視之,趣步俯仰,信人也。巧夫,顉其頤,則歌合律;捧其手,則舞應節。千變萬化,惟意所適。王以為實人也。與盛姬內御並觀之。技將終,倡者瞬其目而招王之左右侍妾。王大怒,立欲誅偃師。偃師大懾,立剖散倡者以示王,皆傅會革、木、膠、漆、白、黑、丹、青之所為。王諦料之,內則肝、膽、心、肺、脾、腎、腸、胃,外則筋骨、支節、、皮毛、齒髮,皆假物也,而无不畢具者。合會復如初見。王試廢其心,則口不能言;廢其肝,則目不能視;廢其腎,則足不能步。穆王始悅而歎曰:「人之巧乃可與造化者同功乎?」詔貳車載之以歸。夫班輸之雲梯,墨翟之飛鳶,自謂能之極也。弟子東門賈、禽滑釐,聞偃師之巧,以告二子,二子終身不敢語藝,而時執規矩。
(选自《列子》,中华书局,2007年12月第1版,第163-166页)
[1] 不至弇山——王重民:“‘不’字疑衍。《穆天子传》云:‘天子遂驱,升于弇山。’《周穆王篇》亦云:‘乃观日之所入。’亦指登弇山事也。是穆王曾至弇山。若有不字,则与事实不合矣。” 弇,音 yǎn(眼)。弇山,即弇兹山,又称崦嵫山,在今甘肃天水县西境。古人以为是太阳降落的地方。